ARTÍCULO MUY INTERESANTE PARA COMENZAR ÉSTE 2015.
MATT DAVIS, PIONERO EN MAGNETIC RESONANCE IMAGING Y APRENDIZAJE
Sí al bilingüismo: las 8 cosas que ocurren en tu cerebro
cuando aprendes otro idioma.
Héctor G. Barnés 21/10/2014
(16:39)
“La neurociencia es a la educación lo que la biología es a la
medicina y la física a la arquitectura”. Con esta cita de Manfred Spitzer, el
doctor Matt Davis,
líder del Grupo Discurso y Lenguaje de la Unidad de Ciencias del Conocimiento y del Cerebro
de la Universidad
de Cambridge sintetizó la utilidad de su trabajo durante la primera ponencia de
la conferenciaMultilingual Education: policy,
practice and reality, que dio comienzo el pasado lunes en Salamanca
organizada por Cambridge English, en un acto que tuvo lugar en el aula magna
del Palacio de Anaya.
Davis es un pionero de la utilización del MRI o resonancia
magnética en su aplicación a la educación, y ha llevado a cabo una larga serie
de investigaciones para averiguar de qué manera reacciona nuestro cerebro
cuando aprende otro idioma.... O dos. Aunque hay muchas cosas que aún quedan
fuera del alcance de su investigación –como explica a El
Confidencial,no
sabe exactamente qué ocurre cuando un niño aprende tres idiomas desde su
infancia, como puede ocurrir con algunos niños catalanes,
aunque sospecha que pueden tener la misma facilidad que los hijos del
bilingusimo-, cree que hay ciertas verdades que han sido lo suficentemente
demostradas como para poder afirmarlas con rotundida y otras cuya intuición
probablemente le conduzca a refrendar en algún estudio.
Es interesante para aprender un idioma que las clases de arte y
gimnasia se den en ese idioma
Por ejemplo, que la lengua condiciona la forma en que percibimos
el mundo, incluso en niveles muy sutiles (el número de colores que podemos
percibir), o que los bilingües probablemente almacenen el conocimiento sobre
dichas lenguas en la misma región del cerebro, lo que provocaría una
comunicación mayor entre ambas. Un consejo general para el
aprendizaje del idioma: ya que aprendemos la lengua unida
a los objetos del mundo y a nuestros sentimientos, quizá sería interesante
adquirir la lengua en asignaturas relacionadas con el movimiento y la acción.
Es el método que utilizan en un colegio bilingüe inglés-español de
Brighton, donde las clases de arte y gimnasia se dan en español.
Lo que está fuera de ninguna duda es que
los bilingües tienen un mayor número de ventajas que aquellos que conocen un
único idioma. Pero, ¿cuáles son estas y de qué manera funciona
la materia gris cuando aprendemos?
1. Los bilingües tienen cerebros más grandes
El tamaño no es lo que importa,
pero la realidad es que el lóbulo parietal inferior izquierdo, que es el que
está relacionado con el conocimiento de un segundo idioma, es mayor en las
personas bilingües. Otro dato más: cuanto antes empecemos a aprender este
idioma (sobre todo, si lo hacemos en la infancia), más estimularemos dicha
región del cerebro.
2. Los cerebros jóvenes aprenden mejor
Davis cita una interesante investigación realizada por James
Flege, que estudió el manejo del idioma entre los inmigrantes
americanos, para explicar cómo la edad es esencial a la hora de adquirir una
nueva lengua. Este se dio cuenta de que, cuanta más edad tenían los exiliados
al llegar a su país destino, estos aprendían peor el idioma. Una peculiaridad
de este aspecto es que, como señaló un estudio realizado
en 2004 por Patricia Kuhl, los niños
más pequeños sólo aprenden de su relación directa con el idioma, y no a
través de los medios de comunicación. Ello quiere decir que la radio y la
televisión apenas producen ningún beneficio. Se trata de un proceso
semejante al que llevan a cabo los pájaros cantores.
3. El sentido de las palabras se almacena en sistemas motores
Ciertas palabras activan en el cerebro zonas semejantes (el córtex
motor y premotor) a las que son estimuladas cuando realizamos actividades
físicas, como mover la lengua, los brazos y las piernas. Es lo que ocurre
con verbos como “correr”, “coger” o “lamer”, que implican acción. La investigación llevada a cabo por Hauk, Johnsrude y Pulvermuller en 2004 puso de manifiesto que nuestro
lenguaje y nuestro cuerpo están más unidos de lo que solemos pensar. Hablar es
moverse.
4. El aprendizaje continúa mucho después de salir de clase
¿Recuerdan aquella frase hecha
tan de madre que decía que para aprender hay que descansar bien? Tenía bastante
razón. Según una investigación realizada por el propio Davis, descansar
correctamente era esencial para que un grupo de alumnos incorporase a su
lenguaje las palabras que habían aprendido el día anterior. En otras palabras,
aunque tu cuerpo descanse, tu cerebro no lo hace durante el sueño: es la
conocida como polisomnografía.
5. La diferencia entre aprender la lengua materna y la segunda
lengua
El cerebro se comporta de manera
muy distinta en el aprendizaje de un segundo idioma que en el primero, si los
aprendemos en distintas épocas de nuestra vida. Al aprender nuestra
primera lengua, solemos utilizar fácilmente las reglas gramaticales, aunque en
muchas ocasiones, no seamos capaces de explicarlas ya que son explícitas. En la
segunda, el conocimiento gramatical es explícito, como solemos aprender otro
idioma, y necesitamos conocer sus reglas de antemano. Sin embargo, si
aprendemos ambas lenguas al mismo tiempo, la misma zona cerebral relacionará
ambas lenguas y las pondrá en contacto para generar esquemas más complejos.
6. ¿Por qué nos resultan tan difíciles los false friends?
Davis propone un peculiar experimento. En él, leemos la palabra
"verde" pintada de verde, la palabra “azul” pintada de azul, la
palabra “amarillo” pintada de amarillo… Y luego, la palabra “azul” pintada de
verde, o la palabra “amarillo” pintada de azul, algo que provoca confusión en
el auditorio. Estamos recibiendo informaciones contradictorias, y algo
semejante ocurre con los false friends o esas palabras que se parecen a una
de nuestro idioma pero significan algo completamente distinto. Las palabras
compartidas en un idioma se procesan más rápidamente ("idea" en
español y en inglés), y los falsos amigos, de forma mucho más lenta, puesto que
se produce una competición en la que uno de los sentidos del significante
terminan ganando la partida sobre el otro.
7. Bilingüismo contra el alzhéimer
Conocer dos idiomas es importante
tanto para los niños como para los adultos. Aunque en un primer momento
aprender dos lenguas puede ralentizar el aprendizaje, a la larga forma una
importante reserva cerebral, especialmente útil a la hora de combatir la
degeneración cognitiva. Davis recuerda que el bilingüismo puede llegar a
retrasar cuatro años la enfermedad de Alzheimer.
8. Hacer exámenes mejora el aprendizaje
Uno de los debates más frecuentes
en la comunidad educativa es el que se pregunta sobre si es preferible estudiar
una y otra vez o realizar exámenes, que en dicho caso no servirían sólo como
herramienta de evaluación, sino también de aprendizaje. Así que Davis realizó
distintos experimentos: en uno, los niños estudiaban una y otra vez y repetían
los exámenes, en otro se examinaban sólo de aquello en que habían fallado, en
otro de toda la materia… Cuál sería la sorpresa del autor que los alumnos
aprendían más haciendo tests sobre todo, tanto aquello que habían acertado como
aquello en lo que habían fallado.
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